Una protesta que se extendió hasta la madrugada y que incluyó el lanzamiento de piedras, un intento de incendio y ataques a una sede sindical terminó con una veintena de detenidos en la ciudad estadounidense de Portland, centro de manifestaciones desde hace más de dos meses, tras el asesinato a manos de la Policía de George Floyd.
Las detenciones fueron ya de madrugada, después de que grupos de manifestantes se amotinaran en el edificio del sindicato de la policía e intentaran provocar un incendio, según la versión de las fuerzas de seguridad.
La manifestación había reunido a cientos de personas y comenzó sin incidentes, hasta que una multitud se dirigió a las oficinas de Asociación de Policía de Portland (PPA), a donde “entraron ilegalmente y comenzaron un incendio”, según un comunicado.
Las autoridades declararon entonces un motín para desalojar a los participantes de la protesta tanto del edificio como de las calles cercanas.
Tres oficiales fueron heridos, incluidos dos que fueron trasladados a un hospital, en medio de las acciones para terminar con las protestas que se trasladaron después a Kenton Park, ubicado a unas seis cuadras al norte del edificio de PPA, reportaron medios locales.
Con la de anoche, ya van más de 70 días de protestas contra la injusticia racial y la brutalidad policial, una serie que comenzó con tras la muerte del afroamericano Floyd, ahogado por la rodilla de un policía blanco de Minneapolis.
El presidente Donald Trump envió a agentes federales a la zona para combatir una “ola” de violencia criminal, con manifestaciones que enmarcó en una “cruzada antipolicial”.
Desde el domingo pasado, los agentes federales comenzaron a abandonar Portland, por lo que las protestas habían bajado de intensidad, pero el viernes las manifestaciones culminaron con el arresto de 24 personas.
En su comunicado de hoy, la Policía aclaró que no usó gases lacrimógenos para dispersar la multitud, pero no detalló cuántos detenidos hubo en la madrugada.
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