Faltando pocos días para festejar la navidad, nos estamos preparando para estar con la familia y juntos celebrar estas fiestas. Aunque a veces pueden ser alegres o tristes según las circunstancias que estemos pasando.
En estas fechas es cuando más está el consumismo desenfrenado que existe, compra de luces, adornos, regalos pero no nos equivoquemos más, la navidad es JESÚS. Debemos entender que celebramos el nacimiento de Jesús, sin este nacimiento no habría navidad y esta no habría cruz ni resurrección ni redención ni esperanza.
Hoy el mundo entero ignora este nacimiento creyendo otras fábulas. Nosotros los argentinos celebrando la aprobación de aborto voluntario, ¿qué contradictorio, no? Algunos a favor de la vida y otros no, según su propia conveniencia. No dando la oportunidad para nacer a un ser viviente, con propósito aquí en la tierra.
La historia relata que este embarazo también fue perseguido a muerte, no querían que nazca. Había un edicto que varón que naciera tenía que morir pero esto marcaría un antes y después a esta realidad. El nacimiento del niño Jesús, seria en Belén, en la cual una estrella guiaría a los tres reyes magos y los pastores por ángeles, cantando gloria a Dios en las alturas y en la tierra allá paz, dando la salvación para todos a través de este acto maravilloso. Abrazando con amor, iluminando nuestro caminar y regalándonos vida eterna.
Que este año las fiestas no sean una costumbre o rutina sino exaltemos aquel que nació, creció, murió y resucito para darnos vida, libertad, amor, sanidad, gozo y paz, recordando el sacrificio que hizo por la humanidad y para todo aquel que en él crea.
Y que haya un verdadero nacimiento en nuestros corazones sabiendo lo que sembremos eso también vamos a cosechar. Enseñándoles a nuestras generaciones que Jesús es navidad.
