Tras la caída del debut, a la Selección no le queda margen y tiene que salir a ganar su segundo encuentro en la Copa ante el equipo que dirige el “Tata” Martino. Scaloni adelantó que habrá cambios en el equipo, pero que el esquema táctico se mantiene.
El seleccionado argentino buscará este sábado superar la frustración del estreno en el Mundial de fútbol de Qatar cuando dispute su segundo partido del Grupo C ante México, convertido en una final para definir su futuro en la competencia.
El cruce latinoamericano se disputará desde las 16:00 de la Argentina (22:00 hora local) en el Estadio Lusail, el más grande de la Copa del Mundo, con capacidad para 88.966 espectadores.
El italiano Daniele Orsato, de 47 años, será el encargado del partido, con asistencia de sus compatriotas Ciro Carbone y Alessandro Giallatini y del rumano Istvan Kovacs como cuarto árbitro.
El VAR estará liderado por otro italiano, Massimiliano Irrati, quien trabajará con Paolo Valeri (AVAR), el español Roberto Díaz (fuera de juego) y el francés Jerome Brisard (soporte).
Ni el más osado del ambiente del fútbol esperaba que la Argentina, vigente campeón de América, llegara a su segundo partido en una situación de urgencia, tras permanecer tres años y cuatro meses invicto (36 partidos).
La dulce racha de la Scaloneta se terminó en el momento menos oportuno y ante el rival más inesperado: el duro y entusiasta seleccionado de Arabia Saudita, que dio vuelta el partido en el segundo tiempo con una entrega conmovedora, motivado por el aliento de miles de fanáticos árabes.
El batacazo de Lusail, una de las derrotas argentinas más resonantes en la historia de la Copa Mundial de la FIFA, puso al seleccionado de Lionel Scaloni en un escenario desconocido, sin margen para un nuevo traspié.
Con esa presión asumirá este sábado el encuentro ante México, que en su estreno empató sin goles frente a Polonia, gracias a su arquero Guillermo Ochoa, que le tapó un penal a Robert Lewandowski.
Los últimos días y especialmente las últimas horas fueron de intensa especulación acerca del estado físico del plantel argentino, que evidenció una notoria merma en la segunda mitad.
Argentina sufrió un pronunciado bajón, también en el aspecto anímico, después de ir al descanso en ventaja por 1-0 y de sufrir la anulación de tres goles por posición adelantada, uno de ellos por una sanción equivocada del árbitro esloveno Slavko Vincic.
Cambios de nombres, pero no de esquema táctico
Tras analizar la actuación de su equipo en el debut, Scaloni adelantó que realizará cambios en la formación pero aclaró que no cambiará el esquema táctico ni la propuesta pese a la urgencia de la victoria ante los aztecas.
Se espera que el entrenador pueda realizar hasta dos cambios en la defensa y otro en el mediocampo, la dos líneas más deficitarias contra los árabes. Evaluará las opciones de Gonzalo Montiel y Marcos Acuña en los laterales, que fueron ocupados por Nahuel Molina y Nicolás Tagliafico; analizará si mantiene a Cristian Romero o se inclina por Lisandro Martínez como primer central y finalmente decidirá entre tres nombres para un puesto del centro del campo: “Papu” Gómez, Alexis Mac Allister o Enzo Fernández.
Además, el técnico santafesino evalúa la posibilidad de incluir al exvolante de River, Guido Rodríguez, en lugar de Leandro Paredes.
En México, el argentino Gerardo “Tata” Martino tiene decidida la variante del ex River Rogelio Funes Mori por Henry Martin y podría incluir desde el inicio al veterano Andrés Guardado (36), que disputa su quinto Mundial, en reemplazo de Luis Chávez.
Argentina y México jugarán con el resultado puesto del otro partido de la segunda fecha del grupo, ya que Polonia y Arabia Saudita se enfrentarán desde las 10:00 en el Estadio Ciudad de la Educación.
Antecedentes
Será el cuarto enfrentamiento de un historial mundialista que registra pleno dominio argentino con victorias en las ediciones de Uruguay 1930 (6-3); Alemania 2006 (2-1) y Sudáfrica 2010 (3-1).
En la previa del encuentro, los hinchas argentinos realizarán un banderazo en el tradicional mercado de la ciudad Souq Waqif y luego partirán en caravana hacia Lusail.
icolás Tagliafico; Rodrigo De Paul, Guido Rodríguez y Enzo Fernández; Lionel Messi, Lautaro Martínez y Ángel Di María. DT: Lionel Scaloni.
México: Guillermo Ochoa; Jorge Sánchez, César Montes, Héctor Moreno y Jesús Gallardo; Héctor Herrera y Edson Álvarez; Hirving Lozano, Luis Chávez o Andrés Guardado y Alexis Vega; Rogelio Funes Mori. DT: Gerardo Martino.
Árbitro: Daniele Orsato (Italia), asistido por sus compatriotas Ciro Carbone y Alessandro Giallatini. VAR: Massimiliano Irrati (Italia).
Estadio: Lusail.
Hora de inicio: 16:00.
l seleccionado argentino buscará este sábado superar la frustración del estreno en el Mundial de fútbol de Qatar cuando dispute su segundo partido del Grupo C ante México, convertido en una final para definir su futuro en la competencia.
El cruce latinoamericano se disputará desde las 16:00 de la Argentina (22:00 hora local) en el Estadio Lusail, el más grande de la Copa del Mundo, con capacidad para 88.966 espectadores.
El italiano Daniele Orsato, de 47 años, será el encargado del partido, con asistencia de sus compatriotas Ciro Carbone y Alessandro Giallatini y del rumano Istvan Kovacs como cuarto árbitro.
El VAR estará liderado por otro italiano, Massimiliano Irrati, quien trabajará con Paolo Valeri (AVAR), el español Roberto Díaz (fuera de juego) y el francés Jerome Brisard (soporte).
Ni el más osado del ambiente del fútbol esperaba que la Argentina, vigente campeón de América, llegara a su segundo partido en una situación de urgencia, tras permanecer tres años y cuatro meses invicto (36 partidos).
La dulce racha de la Scaloneta se terminó en el momento menos oportuno y ante el rival más inesperado: el duro y entusiasta seleccionado de Arabia Saudita, que dio vuelta el partido en el segundo tiempo con una entrega conmovedora, motivado por el aliento de miles de fanáticos árabes.
El batacazo de Lusail, una de las derrotas argentinas más resonantes en la historia de la Copa Mundial de la FIFA, puso al seleccionado de Lionel Scaloni en un escenario desconocido, sin margen para un nuevo traspié.
Con esa presión a