El diálogo está suspendido. Macri amenaza con presentar una alternativa electoral propia. Karina Milei arma el espacio libertario en la CABA y le bloquea el Presupuesto a Jorge Macri.
Se suspendieron las milanesas en la Quinta de Olivos porque el vínculo entre los hermanos Milei y los primos Macri está cada vez más roto. La semana pasada dejó a la vista la fractura que hay entre los dos partidos de derecha que se disputan el mismo electorado. El expresidente Mauricio Macri, en un acto de la fundación Pensar, dijo que para el año que viene el PRO va a armar “una buena propuesta electoral, con gente que tenga profesionalismo y método”, y, por más que el Jefe de gabinete Guillermo Francos intentó salir a calmar las aguas, y expresó que “no se imagina una elección en la que vayan separados con el PRO”, Karina Milei respondió con un golpe directo: un acto en la Ciudad de Buenos Aires, el bastión del PRO, en el que mandó un mensaje claro a sus votantes: “Necesitamos llenar el Congreso, necesitamos legisladores y diputados para que las ideas de la Libertad puedan cambiar realmente la argentina”, es decir, diputados y senadores propios.
La semana que pasó también fue movida en la legislatura porteña porque los legisladores de La Libertad Avanza no acompañaron el Presupuesto 2025 que envió el jefe de gobierno porteño Jorge Macri. La jefa del bloque Pilar Ramírez fue la encargada de llevar adelante el intento de boicot. Ella responde de manera directa a Karina Milei y estuvo, como una de las figuras centrales, en el acto que “el Jefe” protagonizó el miércoles en Floresta. Ramírez, además, es la titular del partido en la Ciudad. Otro de los que tuvo un lugar importante en el acto de Karina Milei en Floresta, fue el vocero presidencial Manuel Adorni. Él suena como uno de los posibles candidatos en el distrito amarillo.
Jorge Macri, más allá de lo que le pasó con el Presupuesto –finalmente logró aprobarlo con los votos justos–, esta semana sufrió un revés más: su secretario de seguridad Diego Kravetz abandonó la gestión en CABA para pasar a las filas de La Libertad Avanza. Las negociaciones para el traspaso habrían estado a cargo del asesor en las sombras de Javier Milei, Santiago Caputo. En su entorno, después de “robarle” el funcionario al PRO, festejaban victoriosos: “Bienvenido a las fuerzas del cielo, Diego”, le decían. Kravetz ingresará como segundo de Sergio Neiffert, el titular de la SIDE que es “casi familia” de Santiago Caputo.
Desde el triángulo de hierro consideran que el PRO está en proceso de ser absorbido por el partido de Milei y apuestan que Mauricio Macri no tiene los votos que dice tener. Por eso, incentivan que todos aquellos del PRO que se quieran pasar de bando “libertario” tienen las puertas abiertas. Insisten con que no están dispuestos a concederle a Macri ningún pedido de la lista con la que le insiste a Javier Milei. El Presidente, en tanto, no dice nada de Macri, pero tiene suspendidas las cenas con Milanesas y ensalada que solía compartir con él en Olivos.
Una de las últimas crisis que dejó en evidencia la ruptura que hay entre ambos espacios fue la votación de ficha limpia, un proyecto de ley con el que el PRO buscaba impedir que Cristina Fernández de Kirchner pueda competir en las elecciones y proscribirla. El partido de Macri, indignado por el no acompañamiento de LLA –al que acusaron de “defender corruptos”–, aún persiste en silencio sobre la imputación que le hicieron al jefe de su bancada, Cristian Ritondo, por los presuntos delitos de enriquecimiento Ilícito, encubrimiento, cohecho y tráfico de influencias, delito contra el orden económico y financiero e incumplimiento de los Deberes de Funcionario Público por propiedades que tendría en el exterior sin declarar. “Deprime que la agenda del PRO sea proscribir a CFK y manguear guita”, repiten en Casa Rosada. Sin embargo, en medio de las tensiones con el partido de Macri, el jueves pasado Milei respaldó al jefe de la bancada PRO en Diputados. Aseguró que Ritondo “está siendo víctima de una operación”, por “colaborar” con su gobierno.
Mientras todo eso ocurre, y crece la incertidumbre acerca de qué pasará con los aliados de derecha en las elecciones del año que viene, el jefe de gobierno porteño busca una estrategia para intentar eliminar las PASO en el distrito y también desdoblar la elección. Algo similar a lo que quiere hacer Axel Kicillof en la Provincia de Buenos Aires. El jefe de gobierno porteño buscará enfocarse en las bancas de la legislatura porteña y no está tan preocupado por lo que pueda pasar con los diputados y senadores nacionales. Se trata de una táctica defensiva ante el avance de Karina Milei en su distrito y bastión del PRO. La semana pasada Jorge Macri habló del tema y dijo: “Esta Ciudad no es moneda de cambio ni el botín de guerra de un acuerdo político nacional. Merece ser defendida y respetada. Y a mí me votaron para defenderla y la voy a defender con mi bandera desde el PRO”. Por último, dijo que “acompaña” al gobierno de Milei, pero disparó: “Algunos dicen que el PRO fue. No fuimos. Acá estamos. Vivitos y coleando. Y con ganas”.
Desde el peronismo, en tanto, mientras intentan resolver sus propias internas, miran con atención cómo se desarrolla la pelea entre el PRO y La Libertad Avanza. Ellos analizan que, si los aliados se separan y van en listas distintas en CABA, inevitablemente eso hará que también vayan en listas separadas en la Provincia de Buenos Aires. Eso podría favorecerlos, siempre y cuándo ellos logren acomodar sus problemas y lleguen en una lista de unidad algo que, por ahora, tampoco parece asegurado.
En Casa Rosada, sin embargo, hay quienes creen que la unidad con el PRO no es clave en la Provincia de Buenos Aires para las próximas elecciones. “Si van por separado no cambia mucho. Es lo mismo”, opinan. Cerca de Milei hacen las cuentas y analizan que, en caso de que les vaya bien, ellos podrían conseguir 19 bancas en una lista de unidad con el PRO, pero también observan que separados conseguirían 16. “Si vamos solos metemos 16, más los 3 que metan ellos. Si vamos juntos metemos 19. No es clave”, disparan como si estuviera descartado que, más allá de lo que pase en las elecciones, el PRO los seguirá acompañando en el Congreso el día después. Este primer año de gestión, por más que desde el PRO amenazaron con una ruptura o con dejar de acompañar a LLA en el Congreso, lo cierto es que no lo hicieron y votaron casi sin miramientos o fisuras lo que pidió el oficialismo.