La vicepresidenta denuncia que el abogado del Gordo Dan, AIejandro Sarubbi Benítez, realiza tareas de espionaje. La Casa Rosada la califica de “traidora” y asegura que ella hace lo mismo con exfuncionarios macristas.
La tensión entre Javier Milei y Victoria Villarruel no deja de escalar y, por más que la vicepresidenta haya intentado calmar las aguas con un mensaje que pretendía ser conciliador, los twitteros que responden a la Casa Rosada salieron a atacarla sin piedad. Ella, furiosa, no se pudo contener, y les respondió. De los dos lados se acusan mutuamente de hacerse espionaje ilegal. Cerca de Milei dicen que no le van a contestar de manera oficial, pero la consideran una “traidora”. La presidenta del Senado, en tanto, acusó a AIejandro Sarubbi Benítez, abogado de Daniel Parisini, alias “el Gordo Dan” –muy cercano al triángulo de hierro–, de hacerle inteligencia y, del otro lado, denunciaron que Villarruel tiene en su equipo de trabajo a “El Potro”. Se trata de Jorge Domínguez, un exdirector de inteligencia de la gendarmería nacional durante el macrismo que, en 2019 desembarcó en la AFI en la Dirección Operacional de Contrainteligencia, y que fue acusado de hacer espionaje ilegal en causas como en la de Santiago Maldonado y en el intento de golpe en Bolivia. Domínguez trabajaría como asesor de Villarruel en el Senado de la Nación, al igual que Claudio Gallardo, exjefe de la Agrupación de Inteligencia de Campo de Mayo y Director General de Inteligencia del Ejército en el año 2016.
En Casa Rosada sostienen que están esperando porque, tarde o temprano, vendrá “la traición final”de la vicepresidenta y hay quienes insisten con la teoría y la acusan de tener un acuerdo con el expresidente Mauricio Macri. Elucubran que, durante los primeros meses de la gestión libertaria ella y el exmandatario hacían planes para “cuando se caiga” el gobierno. Las tensiones volvieron al centro de la escena después de la expulsión del senador Edgardo Kueider del Senado. Desde el Ejecutivo culpan a la vice por perder un legislador que respondía a las órdenes de la Casa Rosada –por más que había entrado en la boleta con Unión por la Patria–, y que fue encontrado cruzando la frontera con más de 200 mil dólares sin declarar.
“Por favor publiquen los ‘dos’ carpetazos. Estoy ansiosa por saber en qué hacen inteligencia sobre mí y mi familia. Voy a estar esperando la difusión de eso para hacer las correspondientes acciones legales entre ellas contra vos que fogoneás hacer inteligencia sobre los ciudadanos”, dijo la vicepresidenta ante el tweet de AIe Sarubbi Benítez, abogado de Daniel Parisini, alias “el Gordo Dan”. El Gordo Dan es un alfil del consultor sin cargo, y parte del “triángulo de hierro”, Santiago Caputo. Caputo es quién, en las sombras, maneja la AFI, mediante Sergio Neiffert, un hombre de su extrema confianza a quien lo escucharon definirlo como alguien que es “casi de su familia”.
Sarubbi Benítez, que además es abogado de otros twitteros libertarios, había escrito: “Victoria absoluta de las fuerzas del cielo. Y ni siquiera hicieron falta los dos carpetazos”, junto con el tweet de Villarruel del domingo en el que decía: “no estoy participando de ningún armado político y cuando lo haga, lo haré donde el Presidente Milei me lo pida”. Villarruel le pidió explicaciones sobre esos “dos carpetazos”. Abajo, se sumó el comentario de otra cuenta que agregó: “Fueron varias decepciones este año de alguien que la sedujo la casta y le gustó el juego del círculo rojo. Una pena”.
Ella, nerviosa, salió a responder una vez más: “Haceme un favor no me vengas con la casta y el círculo rojo y bla bla cuando soy una ciudadana común que se comporta con decencia. Proyectan en mí lo que piensan de los políticos y yo no me rompí el alma toda la vida para que me relacionen con lo que destrozó este país”, dijo y, como si fuera una militar le ordenó “circulá”. El abogado de Parisini contestó, afirmó que ella lo había bloqueado y añadió: “¿Inteligencia? Sos el poder del Estado y yo el ciudadano; el gordo cagando con el celu en la mano. ¿Tu familia? Ni cerca, pero buen intento. ¿Acciones legales? Yo te diría que te queda mal hacerte la pícara y abusar del poder“. Por último disparó: “Ayudalo al Javo y cerrá el orto. Es tu única misión. Aprovecho la ocasión para enviarle mis saludos a los Ministros Petri y Bullrich”.
Otro de los que apareció en escena, en medio de las acusaciones cruzadas, fue Fernando Cerimedo, el consultor que trabajó en la campaña presidencial de LLA y que está acusado por la policía de Brasil de ser parte del intento de golpe contra Lula. Él dijo: “El cuentito de ‘estamos juntos’ no me lo como”, y agregó, en línea con lo que denuncian desde algunos sectores del oficialismo, que habría un acuerdo entre ella y Mauricio Macri: “Yo sé de los planes que hacían en febrero junto al Ex para cuando ‘se caiga'”, lanzó. Y denunció que tiene “agencias en funciones para limar y levantarla”, es decir, para mejorar su imagen en las redes. En su post, Cerimedo también mencionó a “el Potro”, y remarcó que hace su trabajo “bajo la supervisión del ex”.
Se trata de Jorge Domínguez, que fue director de Inteligencia de la Gendarmería Nacional cuando desapareció Santiago Maldonado, el 1 de agosto de 2017, y que en 2019 pasó a tener un cargo en la AFI en la la Dirección Operacional de Contrainteligencia, que estaba a cargo de Martín Coste –procesado por el espionaje a Cristina Fernández de Kirchner–. Domínguez ingresó a la fuerza en 1984 y llegó a la dirección de inteligencia criminal en 2017.
Durante el gobierno del expresidente Mauricio Macri Domínguez fue creciendo en la Gendarmería bajo el ala de Patricia Bullrich, que en ese momento ocupaba el mismo cargo que ahora, ministra de Seguridad. En septiembre 2020 Domínguez fue citado y se presentó ante la Comisión Bicameral de Inteligencia porque, quienes controlan a la AFI, estaban investigando el grado de involucramiento que tuvieron las fuerzas de seguridad en el espionaje durante el macrismo: espionaje a las familias de las víctimas del Ara San Juan y maniobras de inteligencia ilegal con objetivos políticos durante las elecciones de medio término de 2017 que incluían espionaje a referentes políticos y organizaciones sociales, entre otras.
A “El Potro” también lo marcan como uno de los que tuvo que ver con el espionaje ilegal a los propios miembros del gobierno macrista y, por otro lado, en el intento de golpe a Bolivia. En aquella ocasión, la Gendarmería tuvo que ver porque fue la fuerza que envió efectivos al país vecino y la que sacó las 70.000 balas antitumulto que habrían llegado a la policía boliviana. Todas esas causas duermen en un cajón. Según supo este diario, el exdirector de inteligencia, incluso, habría estado con Villarruel en su despacho una reunión que ocurrió hace unas semanas, en la que recibió a un congresista de EEUU, Rick Crawford.
Domínguez es cercano a Alejandro Colombo, el actual jefe de inteligencia exterior, que también tuvo cargos durante el macrismo. A “El Potro” lo habrían querido nombrar como delegado de la SIDE en Paraguay, pero la Casa Rosada no habría dado el visto bueno para esa propuesta. Por otro lado, Claudio Gallardo también es marcado como otro de los asesores de la vicepresidenta en el Senado. Se trata de un militar que fue jefe de inteligencia del Ejército en el año 2016, durante la presidencia de Mauricio Macri.