Se realizó en las puertas del club Hacoaj, en la bifurcación de las avenidas Córdoba y Estado de Israel.
Un masivo acto organizado por las principales organizaciones de la comunidad judía argentina se realizó hoy en el barrio porteño de Palermo para condenar el ataque del grupo Hamás a Israel, al cumplirse un año del hecho.
La ceremonia contó con un discurso del embajador israelí en la Argentina, Eyal Sela, y además se aprovechó para lanzar la campaña “Todos los días es 7 de octubre”, que va a consistir en la ubicación de carteles en la vía pública para concientizar sobre el reclamo del regreso de los rehenes tomados por Hamás y que se encuentran en la Franja de Gaza. Las gráficas estarán ubicadas en diversos espacios públicos, señalizaciones en buses, subtes y shoppings.
Además, familiares de personas que permanecen secuestradas subieron al escenario para encender una vela y acompañar el minuto de silencio. También sostuvieron fotos de sus seres queridos privados de su libertad desde hace un año.
Asimismo hubo testimonios de sobrevivientes del Festival Nova, que se estaba realizado en Israel cuando se inició el ataque, y de Itzik Horn, padre de Iair y Eitán, argentinos que hace un año están secuestrados en Gaza.
El acto se llevó a cabo en las puertas del club Hacoaj, en la bifurcación de las avenidas Córdoba y Estado de Israel. Participaron dirigentes políticos como el ministro de Defensa, Luis Petri, la ex diputada Elisa Carrió y la actual legisladora Sabrina Ajmechet.
Se barajó la chance de que el presidente Javier Milei concurriera, pero finalmente se desestimó por cuestiones de seguridad, supo Noticias Argentinas.
A su vez, se presentó un spot de 65 segundos con una voz en off protagonizada por el actor Oscar Martínez y que exhibió una serie de escenas propias de la vida cotidiana ante las cuales se referenció sistemáticamente que cada una de ellas es 7 de octubre.
“El spot apela a convertir en permanente el peso de la ausencia de los asesinados y los secuestrados en las cuestiones sencillas del día a día. Asimismo, expresa cómo la sensación de ausencia y dolor que generó la masacre del 7 de octubre se perpetúa mientras haya secuestrados y el dolor por los asesinados y abusados se encuentre aún latente“, se informó.