La comunidad de Pozo de Maza, una vez más, en shock por la miseria del intendente Adolfo Pérez
El domingo 5 de enero, un día antes de la celebración de los Reyes Magos, los niños de Pozo de Maza fueron testigos de un acto que genera profunda indignación. En un evento organizado en la casa y la iglesia del pastor Martín López, quien actualmente se encuentra internado, el intendente Adolfo Pérez sorprendió a todos al repartir pan con picadillo y guiso de arroz como única comida para los más pequeños.
Lo que debía ser una jornada de alegría y esperanza se convirtió en un reflejo más de la insensibilidad y la gestión paupérrima de un dirigente que, tras 20 años en el poder, parece no estar a la altura de las necesidades y expectativas de su comunidad.
La elección de este menú básico y limitado para los niños, en una fecha tan significativa, impacta no solo a los habitantes de Pozo de Maza, sino también a toda la provincia de Formosa. Mientras muchas localidades celebran estas fechas con festejos dignos y esfuerzos por brindar una sonrisa a los más pequeños, en Pozo de Maza, la realidad es distinta: un intendente que, con cada acción, pone en evidencia el abandono y la precariedad en la que vive su pueblo.
Vecinos de la comunidad expresaron su rechazo:
“Es una falta de respeto total. Los chicos merecen más que pan con picadillo. Esto no es solidaridad, esto es desprecio,” señaló un habitante indignado. Otro vecino agregó: “Estamos cansados de que nos trate como si no valiésemos nada. ¡Basta de esta miseria disfrazada de ayuda!”
Un llamado a no callar más
Desde El Diario del Oeste, seguimos firmes en nuestra labor de visibilizar los abusos y atropellos de quienes deben gobernar para el pueblo y no contra él. Hacemos un llamado a todas las personas que sufran hechos similares, o que sean testigos de actos de corrupción, negligencia o abuso de poder en sus localidades, a que no duden en comunicarse con nosotros.
Es momento de alzar la voz y exigir dignidad para nuestras comunidades. ¡No más abusos! ¡No más indiferencia! Formosa merece respeto y compromiso de sus dirigentes.