Si no nos quedara más tiempo, si fuera nuestro último día, ¿qué haríamos?, que pregunta difícil de contestar. Quizás algunos dirían: me iría de viaje, pasar tiempo con mis hijos, mis padres o estar solo, para disfrutar las oportunidades que me da la vida en este corto plazo.
Es verdad, el tiempo jamás perdona y no nos da tregua. Pero, ¿qué es el tiempo? Es un periodo determinado durante en el que se realiza una acción o se desarrolla un acontecimiento, cambiando una circunstancia y en este ciclo, puede suceder cualquier cosa como por ejemplo, ver nacer a un bebé; convertirnos en jóvenes, adultos o llegar a la vejez; contemplar las cuatro estaciones del año; ver acontecimientos climáticos (catástrofes, tsunamis) y esto sí, que no perdona, tardando un tiempo determinado para volver a restaurarse.
Es tiempo de dedicar tu espacio personal y para con los demás, y aplicarlo para aprovechar bien el tiempo porque los días son malos, antes que se acerquen los años en los que digas “no tengo en ellos placer” o ya sea tarde y no podamos pedir perdón por no pasar el tiempo necesario con nuestro seres queridos.
Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de romper, y tiempo coser; tiempo de callar, y tiempo den hablar; tiempo de amar y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra y tiempo de paz.
No desaproveches esta ocasión, el tiempo todo lo cura. Todo lo hizo hermoso en su tiempo Dios, para gozar su creación cada día.
Contacto: elimarbel@hotmail.com